La falta de recursos económicos y el desarraigo cultural serán determinantes en la salud de los inmigrantes cuando envejezcan, según un estudio del doctor Josep Maria Jansá, jefe del Servicio de Prevención y Atención a las Dependencias de la Agencia de Salud Pública de Barcelona (ASPB).
El trabajo del Dr. Jansá recurre a las experiencias en inmigración y envejecimiento de países como Estados Unidos o Canadá, que recibieron el impacto migratorio hace décadas, y que ponen de manifiesto que la salud mental es la que resulta más afectada en este colectivo.
Jansá asegura que los inmigrantes ancianos presentan un mayor grado de malestar psicológico y trastornos depresivos que los ancianos autóctonos, y esto se asocia a factores como tener un bajo nivel de ingresos, haber migrado recientemente, estar a cargo de nietos o tener problemas personales o legales.
"Seguramente, también las malas condiciones de vida, trabajo y vivienda de buena parte de los trabajadores inmigrantes acabarán repercutiendo negativamente en su salud futura", afirma el Dr. Jansá.
Por eso, el responsable del Servicio de Atención a las Dependencias de la ASPB subraya que es necesario que la atención a las personas de la tercera edad de origen inmigrante incorpore aspectos transculturales tanto en el ámbito de la enfermería, como de la psiquiatría, la gerontología y el trabajo social.
'Los inmigrantes que envejezcan, además de las necesidades de salud vinculadas a la edad, se verán seriamente afectados por la falta de redes sociales de apoyo, la falta de identidad respecto a sus culturas de origen, unas condiciones de vida duras y una menor capacidad económica', sostiene Jansá.
Terra Actualidad - EFE y Mundo Hispano
El trabajo del Dr. Jansá recurre a las experiencias en inmigración y envejecimiento de países como Estados Unidos o Canadá, que recibieron el impacto migratorio hace décadas, y que ponen de manifiesto que la salud mental es la que resulta más afectada en este colectivo.
Jansá asegura que los inmigrantes ancianos presentan un mayor grado de malestar psicológico y trastornos depresivos que los ancianos autóctonos, y esto se asocia a factores como tener un bajo nivel de ingresos, haber migrado recientemente, estar a cargo de nietos o tener problemas personales o legales.
"Seguramente, también las malas condiciones de vida, trabajo y vivienda de buena parte de los trabajadores inmigrantes acabarán repercutiendo negativamente en su salud futura", afirma el Dr. Jansá.
Por eso, el responsable del Servicio de Atención a las Dependencias de la ASPB subraya que es necesario que la atención a las personas de la tercera edad de origen inmigrante incorpore aspectos transculturales tanto en el ámbito de la enfermería, como de la psiquiatría, la gerontología y el trabajo social.
'Los inmigrantes que envejezcan, además de las necesidades de salud vinculadas a la edad, se verán seriamente afectados por la falta de redes sociales de apoyo, la falta de identidad respecto a sus culturas de origen, unas condiciones de vida duras y una menor capacidad económica', sostiene Jansá.
Terra Actualidad - EFE y Mundo Hispano