Representantes indígenas y activistas de Derechos Humanos expresaron su indignación por el aplazamiento, por parte de la Asamblea General de la ONU, de la aprobación de la Declaración de los Derechos de los Pueblos Indígenas.
El Consejo de Derechos Humanos de la ONU, con sede en Ginebra, aprobó la Declaración el pasado 29 de junio, pero el III Comité de la Asamblea General, que se encarga de asuntos sociales y culturales, no logró ratificarla el 28 de noviembre.
La indignación surge porque se hecha por tierra, 20 años de trabajo.
Canadá fue el que apoyó principalmente las negociaciones, pero a última hora echó marcha atrás y obstaculiza su aprobación
La Declaración de los Derechos de los Pueblos Indígenas reconoce el derecho de los 370 millones de indígenas en todo el mundo a la libre determinación y establece que estas comunidades deben dar su consentimiento a la explotación de los recursos naturales de sus tierras y limita las actividades militares sobre esos territorios.
El Consejo de Derechos Humanos de la ONU, con sede en Ginebra, aprobó la Declaración el pasado 29 de junio, pero el III Comité de la Asamblea General, que se encarga de asuntos sociales y culturales, no logró ratificarla el 28 de noviembre.
La indignación surge porque se hecha por tierra, 20 años de trabajo.
Canadá fue el que apoyó principalmente las negociaciones, pero a última hora echó marcha atrás y obstaculiza su aprobación
La Declaración de los Derechos de los Pueblos Indígenas reconoce el derecho de los 370 millones de indígenas en todo el mundo a la libre determinación y establece que estas comunidades deben dar su consentimiento a la explotación de los recursos naturales de sus tierras y limita las actividades militares sobre esos territorios.